La Libra esterlina cayó durante la sesión norteamericana, bajando un 0,30% después de que los datos del Reino Unido mostraran que la economía se está desacelerando. Esto y un aumento en la inflación de EE.UU. pesaron sobre el GBP/USD, que cotiza en 1.3035 después de alcanzar un máximo diario de 1.3111.
La tendencia alcista sigue intacta, pero la caída del GBP/USD por debajo de la media móvil de 20 días (SMA) da a los vendedores una ventaja a corto plazo.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) se aferra al lado alcista, pero se avecina una ruptura por debajo de la línea neutral de 50, lo que podría acelerar la caída y amenazar con despejar niveles clave de soporte.
Si el GBP/USD despeja 1.3050, el primer soporte sería el máximo del 17 de julio en 1.3044. En caso de mayor debilidad, el par podría caer a la SMA de 50 días en 1.2995. Una ruptura de este último expondrá el máximo diario del 8 de marzo en 1.2894.
Por el contrario, si los compradores mantienen el precio al contado por encima de 1.3150, eso podría allanar el camino para una recuperación. La primera resistencia sería 1.3111, seguida por el nivel psicológico de 1.3150, antes de romper la cifra de 1.3200.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d.C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de divisas más negociada del mundo, con un 12% de todas las transacciones y una media de 630.000 millones de dólares al día, según datos de 2022.
Sus pares de divisas clave son el GBP/USD, también conocido como "Cable", que representa el 11% del mercado de divisas, el GBP/JPY, o el "Dragón", como lo conocen los operadores (3%), y el EUR/GBP (2%). La libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria que decide el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en la consecución de su objetivo principal de "estabilidad de precios", es decir, una tasa de inflación estable en torno al 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés.
Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intenta contenerla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para particulares y empresas. Esto suele ser positivo para el GBP, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales aparquen su dinero.
Cuando la inflación es demasiado baja, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando. En este escenario, el BoE considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas pidan más prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados calibran la salud de la economía y pueden influir en el valor de la Libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI manufactureros y de servicios, y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Una economía fuerte es buena para la Libra esterlina. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede animar al Banco de Inglaterra a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente a la Libra esterlina. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que la libra esterlina caiga.
Otro dato significativo para la libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un periodo determinado.
Si un país produce exportaciones muy solicitadas, su divisa se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que desean adquirir estos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa para una balanza negativa.