El par USD/JPY se consolida en un rango estrecho alrededor de 147.40 durante la sesión de trading asiática del jueves. El par se mueve lateralmente mientras los inversores esperan el discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, el viernes.
Los inversores prestarán especial atención al discurso del presidente Powell de la Fed para obtener pistas sobre si el banco central de Estados Unidos (EE.UU.) recortará las tasas de interés en la reunión de política de septiembre.
En la sesión del jueves, el Dólar estadounidense se verá influenciado por el informe preliminar del PMI Global de S&P de EE.UU. para agosto, que se publicará a las 13:45 GMT. Durante el tiempo de prensa, el Índice del Dólar (DXY), que rastrea el valor del Dólar frente a seis divisas principales, tambalea cerca de 98.30.
En Japón, los participantes del mercado financiero monitorearán de cerca los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) Nacional para julio, que está programado para publicarse en la sesión asiática del viernes. Los economistas esperan que el IPC Nacional excluyendo alimentos frescos haya crecido moderadamente un 3%.
El USD/JPY ha estado cotizando lateralmente en un rango entre 146.22 y 148.52 durante casi tres semanas. El par se encuentra cerca de la Media Móvil Exponencial (EMA) de 20 días alrededor de 147.56, lo que indica una tendencia lateral.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días oscila dentro del rango de 40.00-60.00, sugiriendo indecisión entre los participantes del mercado.
El par vería más alza hacia el nivel psicológico de 150.00 y el máximo del 28 de marzo de 151.20 si rompe por encima del máximo del 16 de julio de 149.19.
Por otro lado, un movimiento de reversión del par por debajo del mínimo del 24 de julio de 145.85 allanaría el camino hacia el mínimo del 7 de julio de 144.22, seguido por el mínimo del 3 de julio de 143.45.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.