El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el valor del Dólar estadounidense (USD) frente a seis divisas principales, se mantiene estable tras perder más del 0.50% en la sesión anterior y cotizando alrededor de 97.90 durante las horas asiáticas del martes. La cautela del mercado se profundizó en medio de la creciente incertidumbre sobre los aranceles inminentes y las preocupaciones crecientes sobre la independencia de la Reserva Federal (Fed).
El Secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, declaró de manera inequívoca en una entrevista televisada: "Esa es una fecha límite dura, así que el 1 de agosto, las nuevas tarifas arancelarias entrarán en vigor. Nada impide que los países hablen con nosotros después del 1 de agosto, pero comenzarán a pagar los aranceles el 1 de agosto."
El Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, dijo que la independencia de la Fed en la política monetaria está amenazada por su "expansión de mandato" en áreas no relacionadas con la política. Bessent instó al banco central a llevar a cabo una revisión exhaustiva de esas actividades.
El Secretario del Tesoro, Bessent, también pidió una reevaluación de la Reserva Federal como institución. La renovada crítica del presidente Trump al presidente Powell por no bajar las tasas de interés ha intensificado la especulación sobre un posible despido.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo que es probable que el presidente de EE.UU., Donald Trump, despida al presidente de la Fed, Jerome Powell, pronto. Sin embargo, Trump lo negó en una publicación de Truth Social el domingo, llamándolo "típicamente falso."
La congresista republicana Anna Paulina Luna ha acusado formalmente al presidente de la Fed, Powell, de cometer perjurio en dos ocasiones distintas, ambas relacionadas con discusiones sobre las renovaciones a largo plazo de la sede de la Reserva Federal en Washington, D.C.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.