El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el Dólar frente a una cesta de divisas, entra en una fase de consolidación alcista después de tocar un máximo de casi un mes, alrededor de la región de 100.85 durante la sesión asiática del viernes. No obstante, el índice sigue en camino de registrar ganancias por tercera semana consecutiva y parece estar preparado para continuar con su reciente recuperación desde un mínimo de varios años alcanzado en abril.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, dijo a principios de esta semana que hay una gran incertidumbre sobre los aranceles comerciales de EE.UU. y que lo correcto ahora es esperar más claridad. Los comentarios sugieren que el banco central de EE.UU. no está inclinado a recortar las tasas de interés en el corto plazo. Además, el acuerdo comercial entre EE.UU. y el Reino Unido genera esperanzas de más acuerdos similares con otros países y ayuda a aliviar las preocupaciones de que una guerra comercial total podría desencadenar una recesión en EE.UU. Esto, a su vez, debería seguir actuando como un viento de cola para el Dólar estadounidense (USD).
Aparte de esto, los persistentes riesgos geopolíticos derivados de la prolongada guerra entre Rusia y Ucrania, la escalada de tensiones en Oriente Medio y la frontera entre India y Pakistán validan la perspectiva positiva a corto plazo para el Dólar como refugio seguro. Sin embargo, los alcistas del USD se abstienen de realizar nuevas apuestas y optan por mantenerse al margen antes de los discursos de varios miembros influyentes del FOMC más tarde durante la sesión norteamericana. Los comentarios serán examinados en busca de pistas sobre la futura senda de recortes de tasas y proporcionarán algo de impulso al DXY.
Aunque los aranceles y los impuestos generan ingresos gubernamentales para financiar bienes y servicios públicos, tienen varias distinciones. Los aranceles se pagan por adelantado en el puerto de entrada, mientras que los impuestos se pagan en el momento de la compra. Los impuestos se imponen a los contribuyentes individuales y a las empresas, mientras que los aranceles son pagados por los importadores.
Existen dos escuelas de pensamiento entre los economistas respecto al uso de aranceles. Mientras que algunos argumentan que los aranceles son necesarios para proteger las industrias nacionales y abordar los desequilibrios comerciales, otros los ven como una herramienta perjudicial que podría potencialmente aumentar los precios a largo plazo y llevar a una guerra comercial dañina al fomentar aranceles recíprocos.
Durante la campaña electoral para las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, Donald Trump dejó claro que tiene la intención de utilizar aranceles para apoyar la economía de EE.UU. y a los productores estadounidenses. En 2024, México, China y Canadá representaron el 42% del total de las importaciones de EE.UU. En este período, México se destacó como el principal exportador con 466.600 millones de dólares, según la Oficina del Censo de EE.UU. Por lo tanto, Trump quiere centrarse en estas tres naciones al imponer aranceles. También planea utilizar los ingresos generados a través de los aranceles para reducir los impuestos sobre la renta personal.