La Reserva Federal dejó su tasa de interés de referencia sin cambios en 4.5%, en línea con las expectativas, pero adoptó un tono más cauteloso en su comunicado de política. Si bien señaló que el mercado laboral se mantiene sólido y la actividad económica continúa a un ritmo constante, la Fed reconoció que la inflación sigue siendo "algo elevada" y que tanto los riesgos de inflación como de desempleo han aumentado. El Comité reafirmó su compromiso con la dependencia de los datos y reiteró que los ajustes de política siguen sobre la mesa si se materializan riesgos a la baja. La reducción del balance continuará a un ritmo actual.
El Índice del Dólar cayó a 99.50 tras la publicación, reflejando las preocupaciones del mercado sobre la evaluación de riesgos de la Fed. El banco central no indicó cambios en el ritmo de reducción de su balance, pero enfatizó su disposición a ajustar la política si las condiciones empeoran. Los inversores ahora esperan la conferencia de prensa de Jerome Powell.
La política monetaria de Estados Unidos está dirigida por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de los precios y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos objetivos es ajustar los tipos de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, ésta sube los tipos de interés, incrementando los costes de los préstamos en toda la economía. Esto se traduce en un fortalecimiento del Dólar estadounidense (USD), ya que hace de Estados Unidos un lugar más atractivo para que los inversores internacionales coloquen su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés para fomentar el endeudamiento, lo que pesa sobre el billete verde.
La Reserva Federal (Fed) celebra ocho reuniones al año, en las que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) evalúa la situación económica y toma decisiones de política monetaria. El FOMC está formado por doce funcionarios de la Reserva Federal: los siete miembros del Consejo de Gobernadores, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y cuatro de los once presidentes de los bancos regionales de la Reserva, que ejercen sus cargos durante un año de forma rotatoria.
En situaciones extremas, la Reserva Federal puede recurrir a una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Es una medida de política no estándar utilizada durante las crisis o cuando la inflación es extremadamente baja. Fue el arma elegida por la Fed durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos de alta calidad de instituciones financieras. El QE suele debilitar al Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso a la QE, por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a instituciones financieras y no reinvierte el capital de los bonos que tiene en cartera que vencen, para comprar nuevos bonos. Suele ser positivo para el valor del Dólar estadounidense.