El S&P 500 ha mostrado ganancias durante la sesión de Wall Street del jueves, alcanzando un máximo de un mes en 5.658 puntos. Justo antes del cierre, el índice se mueve alrededor de 5.637 puntos, ganando un 1.24% en el día.
El índice S&P 500 registra su tercera jornada consecutiva de subidas este jueves. Las bolsas estadounidenses suben animadas por el optimismo de las palabras del presidente estadounidense Donald Trump, que a última hora de ayer aseguró que está a punto de llegar a acuerdos con Japón, India y Corea del Sur. Además, aseguró que había muchas probabilidades de llegar a un buen acuerdo con China. Las autoridades del gigante asiático han confirmado en las últimas horas que hay negociaciones en marcha.
Por otra parte, tras los débiles datos de ayer que mostraron una contracción del crecimiento de la economía estadounidense en el primer trimestre del año, el PMI manufacturero del ISM ha supuesto una sorpresa. El indicador ha mostrado que el sector manufacturero descendió en abril a 48.7 puntos desde los 49 de marzo, mejorando los 48 puntos esperados por el mercado. El dato hizo saltar el Índice del Dólar (DXY) al alza, elevándose a máximos de tres semanas en 100.37.
Quanta Services, especializada en infraestructura para industria, gana más de un 10% antes del cierre mientras Carrier se dispara un 11.82%. Microsoft recoge los frutos de su informe de ganancias de ayer y se dispara un casi un 9%. Meta hace lo propio y sube un 5.31% .
El foco se sitúa ahora en el informe de ganancias de Amazon que se conocerá tras el cierre. A estas horas, las acciones de la compañía suben un 3.53%.
El S&P 500 es un índice bursátil muy seguido que mide el rendimiento de 500 empresas públicas y se considera una medida amplia del mercado bursátil estadounidense. La influencia de cada empresa en el cálculo del índice se pondera en función de la capitalización bursátil. Ésta se calcula multiplicando el número de acciones cotizadas de la empresa por el precio de la acción. El índice S&P 500 ha logrado rendimientos impresionantes: 1.00$ invertido en 1970 habría producido un rendimiento de casi 192.00$ en 2022. La rentabilidad media anual desde su creación en 1957 ha sido del 11.9%.
Las empresas se seleccionan por comité, a diferencia de otros índices en los que se incluyen en función de normas establecidas. Aun así, deben cumplir ciertos criterios de elegibilidad, el más importante de los cuales es la capitalización bursátil, que debe ser igual o superior a 12.700 millones de dólares. Otros criterios son la liquidez, el domicilio, la capitalización bursátil, el sector, la viabilidad financiera, el tiempo de cotización y la representación de los sectores de la economía de Estados Unidos. Las nueve mayores empresas del índice representan el 27.8% de la capitalización bursátil del índice.
Hay varias formas de operar con el S&P 500. La mayoría de los corredores minoristas y plataformas de spread betting permiten a los operadores utilizar Contratos por Diferencia (CFD) para realizar apuestas sobre la dirección del precio. Además, se pueden comprar fondos indexados, fondos de inversión y fondos cotizados (ETF) que siguen la cotización del S&P 500. El más líquido de los ETF es el ETF de la Bolsa de Londres. El más líquido de los ETF es el SPY de State Street Corporation. El Chicago Mercantile Exchange (CME) ofrece contratos de futuros sobre el índice y el Chicago Board of Options (CMOE) ofrece opciones, así como ETF, ETF inversos y ETF apalancados.
Son muchos los factores que impulsan al S&P 500, pero principalmente es el rendimiento agregado de las empresas que lo componen, revelado en sus informes de resultados trimestrales y anuales. Los datos macroeconómicos estadounidenses y mundiales también contribuyen, ya que influyen en la confianza de los inversores, que si es positiva impulsa las ganancias. El nivel de los tipos de interés, fijado por la Reserva Federal (Fed), también influye en el S&P 500, ya que afecta al coste del crédito, del que dependen en gran medida muchas empresas. Por lo tanto, la inflación puede ser un factor determinante, así como otros parámetros que influyen en las decisiones de la Reserva Federal.