El primer ministro húngaro, Viktor Orban, le dijo a una multitud el sábado en Baile Tusnad, Rumania, que no aprobaría el presupuesto de 2028-2034 de la Unión Europea a menos que el bloque desconozca los fondos de la UE asignados a Hungría. Él dijo:
"La aprobación del nuevo presupuesto de siete años requiere unanimidad, y hasta que obtengamos los fondos [congelados] restantes, tampoco habrá un nuevo presupuesto de la UE".
Según Reuters, la UE congeló miles de millones en fondos sobre disputas de larga duración con Budapest sobre el estado de derecho, los derechos LGBTQ y las políticas de migración.
El presupuesto propuesto de € 2 billones, aproximadamente $ 2.35 billones, de la Comisión Europea tiene como objetivo apoyar el crecimiento económico y el gasto de defensa. Pero bajo las reglas de la UE, cada estado miembro tiene que estar de acuerdo, y Orban lo está bloqueando. Está vinculando la aprobación del presupuesto a la liberación del dinero que Bruselas ha retenido de su gobierno durante años de peleas legales.
Durante el mismo discurso, Orban acusó a los líderes de la UE de tratar de interferir en las elecciones de 2026 de Hungría respaldando a las fuerzas de oposición. Afirmó que el bloque está trabajando para instalar lo que describió como un "gobierno pro-Ukraine y pro-Bruselas" en Budapest, refiriéndose al rival en ascenso Peter Magyar, quien ahora lidera al Partido Tisza, un grupo de oposición central que supera al Partido Fidesz de Orban en las encuestas.
Peter Magyar, hablando el sábado en una manifestación, dijo que el futuro de Hungría debe permanecer vinculado a la UE y la OTAN, pero criticó el borrador actual del presupuesto. Él dijo: "Hungría es un miembro de la UE, y nuestras relaciones como aliados no pueden construirse sobre un estilo político de poner un hablado en la rueda".
Dejó en claro que Tisza no apoyaría el presupuesto propuesto en su forma actual, pero volvería a abrir las conversaciones si su partido ganara la votación de 2026. "Necesitamos tomar una decisión clara y firme de que nuestro lugar haya sido y estará en Europa", agregó, mientras condenamos los lazos de Orban con Rusia.
Orban también apuntó a los críticos de Donald Trump en la UE . Advirtió que Bruselas está en un curso de colisión con Washington, diciendo que los funcionarios de la UE están arriesgando una guerra comercial con la Casa Blanca de Trump, una que Europa "no puede ganar". Agregó: "El liderazgo actual de la UE siempre será el último en firmar acuerdos con Estados Unidos y siempre las peores ofertas".
Eldent de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tiene previsto reunirse con Trump en Escocia el domingo, mientras Bruselas se apresura a negociar un acuerdo comercial. Pero Orban no espera que salga mucho, culpando al liderazgo de la UE por la relación tensa.
Hace años, Orban era una de las voces más antirrusias en la política húngara. En 2007, criticó al ex primer ministro Ferenc Gyurcsány por acercarse demasiado a Moscú, advirtiendo que Hungría necesitaba políticas proteccionistas contra poderes autoritarios como China y Rusia.
Pero después del accidente financiero de 2008, Orban comenzó a cambiar su perspectiva. Vio la influencia de Estados Unidos deslizándose y creía que el mundo se dirigía a una era multipolar, con Rusia y China volviendo iguales a los Estados Unidos.
Esa creencia condujo a su política de apertura oriental en 2010. La política fue elaborada para contrarrestar las alianzas occidentales de Hungría y priorizar nuevas relaciones contronestados no occidentales. El resultado más visible de este pivote fue el acuerdo de la planta de energía nuclear de Paks, un acuerdo energético a largo plazo con Rusia que hizo que Hungríadent financieramente en Moscú durante décadas.
Luego llegó 2014, cuando Rusia invadió Ucrania. A diferencia de la mayoría de la UE, Orban rechazó las sanciones a Vladimir Putin. Los funcionarios de Bruselas y la OTAN etiquetaron a Hungría como un "caballo troyano", acusando a Orban de hacer silenciosamente el trabajo de Rusia desde el interior de la UE. No ayudó que Putin visitó Budapest dos veces, una vez en 2015 y nuevamente en 2017, para fortalecer los lazos bilaterales.
Para 2019, las preocupaciones sobre las crecientes asociaciones de Hungría con Rusia y China habían llegado a Washington. La administración Trump luego invitó a Orban a la Casa Blanca ese año, provocando duras críticas de Bruselas y las Naciones Unidas. Dos años después, Hungría se convirtió en el primer país de la UE en aprobar la vacuna Sputnik v Covid-19, a pesar de las advertencias del bloque.
En 2021, los delegados de Hungría a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) se asociaron con Rusia para desafiar la ley indígena de Ucrania, que reconoce a ciertos grupos étnicos como nativos pero excluye a los rusos. Esa alineación confirmó aún más la dirección de la política exterior de Orban.
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