Kairos Power todavía necesita el permiso de la Comisión Reguladora Nuclear de EE.UU. para el diseño y construcción de la planta. La compañía ya recibió permiso para una planta piloto en Tennessee, que debería estar operativa en 2027. Actualmente, tiene una instalación de desarrollo en Albuquerque, Nuevo México, que ensambló unidades de prueba para evaluar piezas y subsistemas separados. Aunque se sabe que la energía nuclear es una fuente neutra en carbono, los impactos futuros que tendrán los SMR en el medio ambiente y la economía aún no están claros. La construcción y el funcionamiento de las centrales nucleares requieren muchas materias primas y todavía existen dudas sobre la eliminación de los residuos nucleares. Esta colaboración también parece seguir un patrón observado en otras grandes empresas tecnológicas que participan en el sector nuclear. El auge de las tecnologías de inteligencia artificial y el alto consumo de energía que las acompañan han hecho que empresas como Microsoft y Amazon busquen acuerdos similares. Por ejemplo, Microsoft trabajó con Constellation Energy para poner en funcionamiento una unidad de la planta nuclear de Three Mile Island. Por otro lado, Amazon compró este año un centro de datos de propulsión nuclear a Talen Energy. El impacto ambiental de los SMR sigue bajo escrutinio