El Dólar australiano (AUD) está cediendo terreno frente al Dólar estadounidense (USD) el jueves. Los mercados están reaccionando al último informe de Nóminas no Agrícolas (NFP) de EE.UU.
El sentimiento también está siendo moldeado por la aprobación del amplio proyecto de ley fiscal del presidente Trump.
En el momento de escribir, el AUD/USD se cotiza cerca de 0.6570, reflejando un sentimiento cauteloso en medio de impulsores macroeconómicos mixtos.
La noticia de que la Cámara de Representantes de EE.UU. ha aprobado oficialmente el proyecto de ley fiscal "uno, grande, hermoso" del presidente Donald Trump antes de la fecha límite del 4 de julio podría servir como un catalizador adicional para el AUD/USD.
La aprobación marca la primera gran victoria legislativa del segundo mandato de Trump y revive el impulso de política fiscal que definió su administración anterior.
La legislación, también conocida como el "GOP Megabill", tiene como objetivo continuar con componentes clave de la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017.
También introduce reducciones fiscales más profundas destinadas a impulsar el crecimiento económico. Trump celebró la aprobación en Truth Social, llamándola una "victoria histórica para los trabajadores, familias y empresas estadounidenses."
Si bien el proyecto de ley cumple con la promesa de Trump de un agresivo alivio fiscal, las proyecciones iniciales estiman que podría agregar 3.3 billones de dólares al déficit federal durante la próxima década.
El tamaño de la expansión fiscal, especialmente en medio de tasas de interés elevadas y costos de servicio de la deuda, ha reavivado las preocupaciones sobre la trayectoria a largo plazo de las finanzas del gobierno de EE.UU.
Estas ansiedades, junto con la renovada incertidumbre política y la presión sobre la Reserva Federal (Fed), están pesando sobre la confianza general de los inversores en el Dólar estadounidense a pesar de los datos económicos en general favorables.
Los datos de empleo de EE.UU. proporcionaron algo de soporte al Dólar estadounidense, reforzando las expectativas de un recorte de tasas en septiembre.
Las Nóminas no Agrícolas superaron las expectativas en el informe de junio, indicando que la fuerza laboral de EE.UU. creció en 147.000 empleos, superando los 110.000 anticipados.
La Tasa de Desempleo cayó al 4.1% desde el 4.2%. Mientras tanto, las Solicitudes Semanales de Desempleo disminuyeron a 233.000, desde 237.000, reflejando un mercado laboral resistente.
Si bien los sólidos números de empleo podrían típicamente elevar el USD, los mercados parecen más enfocados en la tendencia más amplia, con preocupaciones políticas y fiscales disuadiendo a los inversores.
La crítica del presidente Trump al presidente de la Fed, Jerome Powell, generó preocupaciones sobre la independencia del banco central.
Desde un punto de vista técnico, el AUD/USD continúa probando el límite superior del patrón de cuña ascendente en el gráfico diario. Los intentos fallidos de superar 0.6590, en un esfuerzo por volver a probar la resistencia psicológica en 0.6600, han resultado en un ligero retroceso en la acción del precio.
El par continúa cotizando por encima de las medias móviles exponenciales (EMA) de 50 días (0.6467) y 200 días (0.6433), lo que sugiere que la tendencia alcista subyacente se mantiene intacta.
Gráfico diario del AUD/USD
Sin embargo, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) apunta a la baja pero se mantiene cerca de 60, lo que indica que un sesgo alcista persiste a pesar de la debilitación del impulso.
Un breakout confirmado por encima de 0.6600 probablemente abriría la puerta al nivel de retroceso de Fibonacci del 78.6% de la caída de septiembre-abril en 0.6722. Por otro lado, un rechazo en este nivel podría desencadenar un retroceso hacia el soporte inicial en el nivel de Fibo del 61.8% en 0.6550, seguido de un soporte más profundo cerca del retroceso del 50% en 0.6428.
El Dólar estadounidense (USD) es la moneda oficial de los Estados Unidos de América, y la moneda "de facto" de un número significativo de otros países donde se encuentra en circulación junto con los billetes locales. Según datos de 2022, es la divisa más negociada del mundo, con más del 88% de todas las operaciones mundiales de cambio de divisas, lo que equivale a una media de 6.6 billones de dólares en transacciones diarias. Tras la Segunda Guerra Mundial, el USD tomó el relevo de la libra esterlina como moneda de reserva mundial.
El factor individual más importante que influye en el valor del Dólar estadounidense es la política monetaria, que está determinada por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de precios (controlar la inflación) y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos dos objetivos es ajustar las tasas de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Fed, ésta sube los tipos, lo que favorece la cotización del dólar. Cuando la Inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Fed puede bajar las tasas de interés, lo que pesa sobre el Dólar.
En situaciones extremas, la Reserva Federal también puede imprimir más dólares y promulgar la flexibilización cuantitativa (QE). La QE es el proceso mediante el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Se trata de una medida de política no convencional que se utiliza cuando el crédito se ha agotado porque los bancos no se prestan entre sí (por miedo al impago de las contrapartes). Es el último recurso cuando es poco probable que una simple bajada de las tasas de interés logre el resultado necesario. Fue el arma elegida por la Fed para combatir la contracción del crédito que se produjo durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos del gobierno estadounidense, principalmente de instituciones financieras. El QE suele conducir a un debilitamiento del Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a las instituciones financieras y no reinvierte el capital de los valores en cartera que vencen en nuevas compras. Suele ser positivo para el dólar estadounidense.