El Peso Mexicano (MXN) se está negociando en su nivel más fuerte en 10 meses frente al Dólar estadounidense (USD) el miércoles, apoyado por un sentimiento de riesgo en mejora y negociaciones comerciales en curso entre México y Estados Unidos.
En el momento de escribir, el USD/MXN está rondando los 18.90, extendiendo su tendencia a la baja de varias semanas mientras los inversores responden a las dinámicas fiscales y comerciales cambiantes.
El testimonio del Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, ante el Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara ha vuelto a centrar la atención en la política fiscal de EE.UU., con los legisladores debatiendo la sostenibilidad de la extensión de recortes de impuestos e introduciendo aranceles de "impuesto de venganza" dirigidos a empresas extranjeras. La incertidumbre fiscal, combinada con déficits estructurales, está pesando sobre el Dólar estadounidense en general.
Mientras tanto, las conversaciones comerciales entre EE.UU. y México están en curso, con ambas naciones supuestamente involucradas en discusiones avanzadas para aliviar los aranceles del 50% impuestos por EE.UU. a las importaciones de acero global a principios de este mes.
Se está considerando un sistema basado en cuotas, que permitiría un volumen definido de acero mexicano ingresar a EE.UU. a una tasa arancelaria reducida o libre de aranceles.
Sin embargo, no se ha finalizado ningún marco formal, y los detalles críticos —incluido el tamaño de la cuota y los umbrales de tasa— aún están en negociación.
Las tensiones aumentaron después de que la tasa arancelaria se incrementara del 25% al 50% el 4 de junio, lo que llevó a México a solicitar una exención el viernes pasado.
Los funcionarios han advertido sobre aranceles de represalia si no se llega a un acuerdo en los próximos días, manteniendo a los participantes del mercado alertas ante la volatilidad impulsada por titulares.
El Peso Mexicano extendió su recuperación frente al Dólar estadounidense el miércoles, con el USD/MXN cayendo por debajo del soporte crítico en el retroceso de Fibonacci del 61.8% del repunte de julio a febrero en 19.01, confirmando un patrón de continuación bajista. El par ahora se negocia cerca de 18.90, marcando su nivel más bajo desde agosto de 2024, y cayendo casi un 3% este mes.
Este último movimiento a la baja sigue a rechazos repetidos en las medias móviles simples (SMA) de 10 días y 20 días, actualmente en 19.17 y 19.25, que han actuado como resistencia dinámica desde principios de mayo. Con el impulso firmemente a la baja, el Peso continúa superando al Dólar en medio de un sentimiento macroeconómico favorable y optimismo en torno a una posible resolución comercial entre EE.UU. y México.
Un cierre diario decisivo por debajo de 18.60 podría allanar el camino hacia 18.40, con el impulso a la baja probablemente acelerándose si los rendimientos del Tesoro de EE.UU. retroceden aún más o si Banxico señala confianza en flexibilizar la política sin poner en peligro el control de la inflación.
Dicho esto, están surgiendo riesgos de rebote alcista a corto plazo, con el Índice de Fuerza Relativa (RSI) rondando cerca de 30, indicando condiciones de sobreventa que pueden desencadenar una consolidación o un rebote correctivo. Una recuperación por encima de 19.01 ayudaría a neutralizar el impulso bajista inmediato, pero se requiere una ruptura sostenida por encima de la SMA de 20 días en 19.25 para señalar una reversión más amplia. Si se supera ese nivel, se presentan objetivos adicionales al alza en 19.44 y 19.57, donde convergen niveles clave de Fibonacci y medias móviles.
Gráfico diario del USD/MXN
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.