¿Cuándo subirá la bolsa en 2024? Claves para entender el mercado

Las bolsas en 2024 comienzan con tendencias dispares en Europa, Estados Unidos y Asia. Mientras que las bolsas europeas y estadounidenses están mostrando signos de agotamiento, las principales bolsas asiáticas están listas para tener un comienzo del año alcista, y esta tendencia puede hacerse extensiva a todo 2024. Pero esta no es la única gran transición económica que experimentaremos durante este año.

Además del mayor peso de las economías asiáticas, 2024 también nos traerá una inversión cada vez mayor en energías renovables y en inteligencia artificial. Los combustibles fósiles empezarán a considerarse cada vez más como una mercancía obsoleta, igual que los modelos de software anteriores al auge de la IA. Las oportunidades de inversión pasarán por estas líneas del mercado en un año que promete ser intenso y difícil en el contexto global.

El análisis técnico de las principales bolsas mundiales nos muestra una tendencia a la corrección en las bolsas occidentales, contrapuesta a un contexto alcista en las principales bolsas asiáticas. Tomaremos este cambio de paradigma como punto de partida para analizar lo que puede depararnos el próximo año en las bolsas más importantes del mundo:

Bolsa de Nueva York – NYSE

Las medias móviles del índice de la bolsa de Nueva York se encuentran a punto de cruzarse nuevamente en una tendencia a la baja, anticipando un periodo de corrección que presumiblemente tendrá lugar con el inicio del nuevo año. Esto se produce después de que sus valores hayan saltado desde los 14.800 puntos en octubre hasta rozar los 17.000 en diciembre, muy cerca de sus máximos históricos.

Fuente: Tradingview

La posible caída de la bolsa de Nueva York se ve reforzada por el hecho de que está muy cerca de superar una vez más sus máximos históricos. La tendencia histórica muestra cómo las rupturas de su techo hacen caer el valor de la bolsa neoyorquina en una fuerte corrección posterior. En un mercado bursátil tan marcado por las finanzas especulativas, es difícil imaginar un horizonte donde este índice continúe subiendo mucho más tras superar este máximo.

Fuente: Tradingview

Bolsa de Shanghai – SSE

La dinámica de la bolsa de China es la opuesta, cerrando 2023 con un fuerte impulso al alza que puede preludiar una tendencia alcista a comienzos de 2024. Esta tendencia tendría todavía más sentido considerando que la bolsa de Sanghai mantuvo una tendencia ligeramente bajista durante 2023. Tras un largo periodo de tendencia relativamente plana, la bolsa de Shanghai podría estar a punto de iniciar una nueva escalada.

Fuente: Tradingview

Esta idea se ve reforzada si repasamos la trayectoria histórica de la bolsa de Shanghai, que presenta largos periodos planos seguidos de impresionantes picos alcistas en 2007 y 2015. El periodo entre 2017 y 2023 ha sido un nuevo periodo plano que podría estar preludiando un nuevo impulso al alza acelerado en 2024. Desde el punto de vista técnico, la bolsa de Shanghai es una opción muy interesante para invertir en este momento.

Fuente: Tradingview

Bolsa de Frankfurt – DAX

Las medias móviles de la bolsa de Frankfurt anuncian un periodo a la baja desde mediados de diciembre de 2023, un periodo que todavía no se ha traducido en una caída de sus valores. Sin embargo, todo apunta a que la bolsa alemana se contraerá durante el mes de enero, después de que su valor haya subido desde los 14.680 puntos a finales de noviembre hasta los 16.750 a mediados de diciembre.

Fuente: Tradingview

De manera similar a lo que ocurre con la bolsa de Nueva York, la bolsa de Frankfurt se encuentra en máximos históricos, así que es presumible que la mayoría de los inversores opte por una decisión cautelosa, presagiando una caída inminente del DAX. Esta caída no tiene por qué ser especialmente pronunciada, pero sí que se prevé una lógica corrección después de un periodo alcista muy acentuado.

Fuente: Tradingview

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La situación económica global se encuentra en un momento de crecimiento y optimismo moderados, tras unos años muy convulsos en los que la pandemia de COVID-19, la crisis logística y la invasión de Rusia a Ucrania han tenido mucho peso tanto en las bolsas como los mercados energéticos. Lo peor de estas tres crisis parece haber quedado atrás, pero ahora nos enfrentamos ante el problema cada vez más grave del cambio climático.

La deuda global

El aumento de la deuda global para hacer frente a los problemas de los últimos años ha generado una situación económica crítica que no se percibe a simple vista, pero que, por desgracia, puede dar lugar a una recesión económica si no logra revertirse a corto plazo. En Estados Unidos, la relación deuda-PIB es del 114%, en Italia es del 151%, en Singapur es del 160%, y en Japón se ha disparado hasta el 252%.

Estos aumentos de deuda han disparado la inflación y, además, están impulsando al alza las cargas tributarias en buena parte del mundo. Ante el aumento de los impuestos y el encarecimiento de los precios, los comercios y las personas particulares ven significativamente reducido su poder adquisitivo, en un contexto donde ellos también han tenido que endeudarse en muchos casos para poder mantenerse a flote. Resulta fácil ver lo delicado de la situación.

La inflación

La inflación continuará siendo un problema en todo el mundo durante 2024. Aunque se encuentra algo más moderada en las grandes economías mundiales –Norteamérica, Europa y China–, sigue siendo muy alta en América Latina, África y algunas economías de Asia y Europa del Este. Son muchos los gobiernos que han tenido que imprimir más divisas para poder hacer frente a las deudas causadas por la pandemia, y algunos están en la senda de la hiperinflación.

La situación es especialmente crítica en Argentina, donde el nuevo gobierno de Javier Milei busca abrir el camino para abandonar el peso y adoptar el dólar como divisa oficial. A la lista de países con una economía devastada como Venezuela o Siria se suman ahora otros como Sudán o Myanmar, e incluso economías africanas tradicionalmente robustas como Kenia o Sudáfrica están enfrentando crisis inflacionistas cada vez más serias.

El cambio climático

Con una economía en una situación tan adversa en todo el globo, nos enfrentamos a un desafío de escala mundial cada vez más acuciante: el cambio climático. La cumbre de la COP28 celebrada en Dubai entre noviembre y diciembre de 2023 ilustró el enorme aumento de las temperaturas del planeta durante los últimos años. La temperatura de la Tierra en 2023 fue 1,4°C superior al promedio, y se prevé que 2024 sea aún más caluroso.

Este aumento de las temperaturas continuará acelerándose de forma exponencial si no conseguimos dejar atrás los combustibles fósiles cuanto antes, pero se trata de una transición energética muy costosa que no todos los países están en condiciones de afrontar. El cierre de plantas de carbón y gas puede encarecer los precios de la energía si la inversión en renovables no crece al ritmo esperado, causando todavía más presión en las economías globales.

El motor de China

Ante una situación global tan crítica como la que estamos experimentando, son muchos los inversores que tienen sus ojos puestos en China. El gigante asiático es la economía que se encuentra en mejor posición para liderar el crecimiento global, algo que incluso se ve reflejado en el análisis técnico de las bolsas que habíamos mostrado al comienzo. Mientras que Estados Unidos y Europa muestran signos de agotamiento, China se encuentra en una tendencia al alza.

China es una potencia líder en energías renovables, transporte, infraestructura, tecnología y finanzas, y, además, tiene cada vez más influencia en los mercados asiáticos. Mientras que América Latina y África están pasando por dificultades económicas cada vez mayores, el Sureste Asiático está floreciendo y convirtiéndose en un importante mercado para China, reforzando todavía más los mimbres económicos del país.

Al analizar la inversión en los índices de las bolsas mundiales al comienzo del artículo vemos que las bolsas occidentales están preparándose para una corrección inminente a comienzos de 2024, mientras que la bolsa de Shanghai tiene mucho a su favor para emprender una senda alcista. Esto refleja un cambio de tendencia donde los mercados asiáticos pasan a tener más fuerza y a asumir el liderazgo económico mundial.

Esta transición se suma a la transición energética, donde la COP28 ha puesto de relieve la necesidad de abandonar los combustibles fósiles y apostar por las energías renovables lo antes posible. Los nuevos compromisos adquiridos inyectarán grandes cantidades de dinero en las compañías energéticas especializadas en la energía eólica o solar, así como en las empresas de transporte libre de emisiones de CO2.

Entender este contexto es la clave para tener claro cómo debemos invertir en bolsa durante los próximos meses. Pocas veces en la historia ha resultado tan evidente que algunas industrias están quedando desfasadas, mientras que otras acapararán la mayor parte de la inversión internacional. Y, además, esta transición tecnológica viene acompañada de un fortalecimiento de los mercados asiáticos frente a los mercados europeos y estadounidenses.

Las inversiones que te conviene considerar

Salvo sorpresa, los mercados asiáticos, la vanguardia tecnológica y las energías renovables estarán muy al alza durante 2024. Por eso te conviene considerar este tipo de inversiones para tratar de obtener el mejor rendimiento de tu portafolio en los próximos meses. Aquí tienes algunas de las empresas en las que será buena idea fijarse en el próximo año:

Empresas asiáticas. Las empresas asiáticas desarrollarán su actividad predominantemente en países como China, Corea, Japón, Tailandia, Vietnam, Malasia, Indonesia o Singapur. El conjunto de estas economías está creciendo con más fuerza que las economías europeas y estadounidenses.

Empresas de energías renovables. Tras la COP28, la apuesta por las energías renovables se acelerará durante el próximo año. Compañías como Iberdrola, Canadian Solar, Siemens Gamesa o First Solar se encuentran entre las más destacadas a nivel internacional en la instalación de parques solares o eólicos.

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Empresas de IA. La IA ha causado un gran impacto en la industria informática durante el último año, y se considera que esto es solo el principio de una nueva era tecnológica. Empresas como Nvidia, Microsoft, Alphabet (Google), Adobe o Baidu serán algunas de las mejor cotizadas en bolsa si siguen desarrollando sus sistemas de IA con éxito.

Empresas de transporte sostenible. El transporte sostenible también estará al alza, así que tanto las empresas de vehículos eléctricos como las dedicadas a los vehículos impulsados por hidrógeno recibirán grandes inyecciones de dinero por parte de inversores y gobiernos. Tesla, BYD, Daimler o Hyundai pueden tener un gran año.

Las inversiones que deberías evitar

Ahora que ya hemos visto cuáles son las empresas que están llamadas a tener un gran año en 2024, te conviene considerar también las compañías que pueden pasar por dificultades durante los próximos meses. Empresas financieras, inmobiliarias y de combustibles fósiles pueden ser las más afectadas si se ralentiza la economía global.

Empresas financieras. Hemos visto que los niveles de deuda a nivel global están siendo muy altos. El estrés financiero al que están sometidos los gobiernos, las empresas y las familias es enorme, así que puede haber varios países y compañías que incurran en impagos. Las empresas financieras están en una situación delicada.

Empresas inmobiliarias. Lo mismo ocurre con las compañías inmobiliarias. El mercado inmobiliario en China se encuentra estancado, y algo similar ocurre en Europa y en los Estados Unidos. A las familias les está resultando cada vez más difícil pagar sus alquileres y sus hipotecas, así que pueden producirse quiebras en este sector.

Empresas occidentales que no apuestan por la innovación. Las compañías occidentales que están apostando por la vanguardia tecnológica y por las energías renovables seguramente tendrán muy buen rendimiento en bolsa, pero se espera que los mercados europeos y norteamericanos se ralenticen, afectando al resto.

Empresas de combustibles fósiles. A medio y largo plazo, las empresas de combustibles fósiles lo tienen muy difícil para competir en los mercados. El mundo está apostando por las energías renovables, aunque la demanda de petróleo puede aumentar a corto plazo, impulsando su precio al alza.

Los mercados bursátiles se enfrentarán a un año complicado en 2024. Hay muchas dificultades económicas que han venido lastrando las principales economías mundiales durante los últimos cuatro años, incrementando los niveles de deuda y agravando la inflación en buena parte del globo. En este contexto, el calentamiento global está empezando a causar daños cada vez más graves, castigando las economías de gobiernos, empresas y familias.

Los desafíos de 2024 pueden poner a prueba las empresas financieras, inmobiliarias y de combustibles fósiles, pero suponen una gran oportunidad para las compañías de energías renovables, transporte sostenible e inteligencia artificial. En un año que se antoja difícil, sigue habiendo grandes oportunidades de inversión para quienes sepan interpretar las tendencias del mercado. ¡Solo es cuestión de saber hacerlo!