El rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años se negocia en niveles bajos el martes mientras los participantes del mercado esperan la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal del 7 de mayo. Además, los inversores también están atentos a la demanda de la subasta de notas a 10 años a las 13:00 ET.
El Tesoro de EE.UU. venderá 39.000 millones de dólares en bonos a 10 años. El jueves, el Tesoro subastará 22.000 millones de dólares en bonos a 30 años.
El rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años se mantiene en 4.345% después de haber aumentado más de quince puntos básicos (bps) durante las últimas tres sesiones de negociación, elevando el cupón desde alrededor del 4.19%. Sin embargo, no logró apuntalar al Dólar, que sigue bajo presión, como lo refleja el Índice del Dólar estadounidense (DXY).
El DXY, que sigue el desempeño del Dólar frente a una cesta de seis divisas, cayó un 0.31% a 99.47.
Los rendimientos estadounidenses bajos y un Dólar estadounidense más débil han impulsado al alza los precios del Oro. El metal amarillo está a punto de superar nuevamente la marca de 3.400$ al registrar ganancias de más del 1.85%.
En el frente de datos, la Balanza Comercial de EE.UU. reveló que el déficit se amplió en marzo, arrastrando las cifras del Producto Interior Bruto (PIB) a territorio negativo para el primer trimestre de 2025.
Mientras tanto, los actores del mercado están a la espera de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) el miércoles. Se espera que los responsables de la política mantengan las tasas sin cambios debido a los temores de que los aranceles sean propensos a la inflación.
Tras la reunión, los operadores observarán la conferencia de prensa del presidente de la Fed, Jerome Powell, que podría preparar el terreno para el próximo movimiento de la Fed.
Los mercados de swaps muestran a los operadores prediciendo que el primer recorte de tasas de la Fed en 2025 será en julio. También están descontando otros dos recortes de 25 puntos básicos (bps) hacia finales de año.
La política monetaria de Estados Unidos está dirigida por la Reserva Federal (Fed). La Fed tiene dos mandatos: lograr la estabilidad de los precios y fomentar el pleno empleo. Su principal herramienta para lograr estos objetivos es ajustar los tipos de interés. Cuando los precios suben demasiado deprisa y la inflación supera el objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal, ésta sube los tipos de interés, incrementando los costes de los préstamos en toda la economía. Esto se traduce en un fortalecimiento del Dólar estadounidense (USD), ya que hace de Estados Unidos un lugar más atractivo para que los inversores internacionales coloquen su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del 2% o la tasa de desempleo es demasiado alta, la Reserva Federal puede bajar los tipos de interés para fomentar el endeudamiento, lo que pesa sobre el billete verde.
La Reserva Federal (Fed) celebra ocho reuniones al año, en las que el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) evalúa la situación económica y toma decisiones de política monetaria. El FOMC está formado por doce funcionarios de la Reserva Federal: los siete miembros del Consejo de Gobernadores, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y cuatro de los once presidentes de los bancos regionales de la Reserva, que ejercen sus cargos durante un año de forma rotatoria.
En situaciones extremas, la Reserva Federal puede recurrir a una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual la Fed aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. Es una medida de política no estándar utilizada durante las crisis o cuando la inflación es extremadamente baja. Fue el arma elegida por la Fed durante la Gran Crisis Financiera de 2008. Consiste en que la Fed imprima más dólares y los utilice para comprar bonos de alta calidad de instituciones financieras. El QE suele debilitar al Dólar estadounidense.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el proceso inverso a la QE, por el que la Reserva Federal deja de comprar bonos a instituciones financieras y no reinvierte el capital de los bonos que tiene en cartera que vencen, para comprar nuevos bonos. Suele ser positivo para el valor del Dólar estadounidense.